No encuentro belleza,
tan rauda como ojos,
castaños de lanza,
penetran con vosos,
nunca vire cabeza,
pero al aroma tenue,
he de caer en tu caza,
maldito el que juegue,
rallos de luna llena,
bajo piel de plata,
se forja la pena,
de besos que cata,
luchar contra tu mirada,
maldito lance roto,
no hubo batallada,
mas fuerte en tu coto,
encuentrome temblando con pluma,
y tintero sollozandote,
no hay tanta tinta ni clama,
para decirte cuanto estoy amandote,
solo a pasos y sueños,
puedo verte y acariciarte,
mas deseo en tu lecho,
ser hombre que te cante,
jamas olvides cuanto lloro,
ni cuanta palabra del arte,
acaricio cada parte y poro,
antes de acercarme y besarte,
y terminando mi frasco de veneno,
oh, no olvides mis días y luces,
pues si he caído que no sea vano,
y de cada vez mira las cárceles,
pues allí así de viejo y lejano,
entre barrotes mi anima,
espero se otra vez ser humano,
y por tus besos yacer en cama,
pues al no tenerte e muerto,
esperote donde los protectores,
esos ángeles hermanos de tus dotes,
ellos me dan de palabra el pacto,
pues el cielo lo tenemos ganado,
tu por llorar y averme amado,
y yo por luchar por tu corazón,
en batalla cual antiguo templario.
